• ¿QUÉ ME PONGO, FRíO O CALOR?

  • 0 Flares Twitter 0 Facebook 0 Google+ 0 Filament.io 0 Flares ×

    Es la duda más frecuente entre las personas que sufren de algún dolor en músculos o articulaciones….. ¿Qué es mejor, ponerme frío o calor?

    La aplicación de frio (crioterapia) o calor (termoterapia) va a depender fundamentalmente del grado de agudeza de la lesión, sirviéndonos esta regla: a más agudo, frío y a medida que pasan dos o tres días, calor.

    Por tanto, ante un tirón, un traumatismo, un esguince, contusión o inflamación con aumento de temperatura, sin dudarlo, frio.

    Ante un dolor muscular, tipo contractura, o dolor en las articulaciones, mejor el calor.

    lesion-dolor-frio-calor

    ¿COMO APLICAR EL FRIO?

    El frio lo podemos aplicar utilizando unas compresas llamadas cold-packs que contienen unos geles en su interior que no llegan a congelarse y por eso permanecen flexibles, lo cual es muy útil para adaptarnos a las irregularidades de nuestro cuerpo. En caso de no tener a disposición estas bolsas, se puede picar hielo e introducirlo en una bolsa de plástico. También una alternativa casera es utilizar una bolsa de guisantes.

    El frio produce una vasoconstricción local (reducción de la circulación sanguínea) muy importante, de ahí que haya que ser cuidadoso con la aplicación de esta técnica. Nunca podemos aplicar la bolsa de hielo directamente sobre la piel, sino que es necesario envolverla en una tela o paño suave, de lo contrario se pueden producir quemaduras.

    El tiempo de aplicación también es importante. Las últimas tendencias hablan de aplicaciones cortas, no más allá de 15 minutos, y frecuentes, cada dos horas.

    Es una técnica de elección en caso de traumatismos, contusiones y torceduras agudas, pero pasadas las primeras 72 horas hay que plantearse seguir con el frio a no ser que la zona permanezca inflamada y caliente.

    ¿COMO APLICAR EL CALOR?

    El calor que podemos aplicarnos en casa va a consistir en fuentes de calor eléctricas (almohadillas), bombillas de infrarrojos, paños calientes, bolsas de agua caliente, etc….Todos estos medios trasmiten calor a nuestro cuerpo por conducción, o sea, la fuente de calor eleva la temperatura de la piel y al estimular los receptores cutáneos que en ella se encuentran obtenemos un efecto sedante que nos calma y alivia. Una fuente de calor casera, en ningún caso, va a calentar tejidos profundos de nuestro cuerpo, por mucho tiempo que tengamos puesto el calor. De ahí que el efecto sea calmante pero no curativo.

    El calor lo vamos a aplicar sobre esas zonas del cuerpo que sufren dolor crónico, como las tensiones musculares o las articulaciones doloridas.

    También tenemos que tener precaución con la piel, puesto que un aumento de la temperatura en la superficie corporal puede provocar quemaduras, sobre todo si existen alteraciones de la sensibilidad cutánea, como les sucede a las personas mayores o con alteraciones nerviosas, parálisis, etc. Por tanto, hay que vigilar cada 10 minutos el estado de la piel e interrumpir inmediatamente la aplicación si la zona está demasiado roja o cianótica (morada).

    NUNCA aplicaremos calor sobre una zona enrojecida e inflamada, esto es una contraindicación absoluta, y por supuesto, si existe alguna herida o hemorragia, es evidente.

    Sobre el tiempo de aplicación, se aconseja no superar los 30 minutos y realizar hasta tres o cuatro aplicaciones al día.

    CONSULTA A TU FISIOTERAPEUTA CUALQUIER DUDA QUE PUEDA SURGIRTE SOBRE ESTE TEMA.

    0 Flares Twitter 0 Facebook 0 Google+ 0 Filament.io 0 Flares ×