Es un tratamiento biológico de elección en casos de tendinosis crónica. Es una técnica invasiva en la que con ayuda de una fina aguja atravesamos la piel del paciente para alcanzar el tendón degenerado y aplicar sobre le lugar de la lesión una corriente galvánica que estimule la destrucción del colágeno patológico y de mala calidad y estimule la formación de colágeno de buena calidad. Es una técnica muy local que debe realizarse bajo visualización ecográfica.